Lo que me ha ocurrido con esta casa es curioso.
He ido guardando, por separado, fotografías de ella sin saber que
todas correspondían a la misma vivienda. Y hoy, que me decido a publicarla,
busco información y, de repente, todas esas imágenes
empiezan a encajar como en un puzle.
La foto de partida es ésta.
Me encanta la suavidad de los colores y la luminosidad del ambiente.
Y luego ésta.
La pared de ladrillo que rompe con el blanco... lo más.
Y así con casi todas. Deslumbrada me tiene.
La casa está en un pueblo de Noruega y en ella vive una joven pareja con sus
tres hijos. La heredaron de su abuelo y la restauraron con todo el mimo que se
aprecia en las imágenes, incorporando elementos antiguos adquiridos en
subastas y tiendas de segunda mano e integrando otros nuevos, con tanto
acierto que ni lo parecen.
Toda la información aquí
2 comentarios:
A mi también me ha pasado en alguna ocasión jjjjj Tienes fotos que te encantan y descubres q son de la misma casa.
Genial esa pared!
Sí ¿eh? Yo firmaba por una pared de ladrillo en casa. ¡Donde fuera!!
Un beso.
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