Sí, habéis oído bien.
Los que me conocéis no dais crédito a esta afirmación, lo sé.
Dónde queda mi discurso sobre que a cierta edad una se vuelve cómoda y en el
campo necesita un "mínimo" nivel de corfort que solo puede proporcionar un
buen hotel rural... bla, bla, bla...
¡Borradlo todo!
Éste es mi lugar elegido.
Me he levantado intrépida. ¡Qué le vamos a hacer!
La verdad es que la ubicación no está lo que se dice a tiro de piedra.
Australia.
Pero, oye, hay días en los que el universo se me queda pequeño
para salir corriendo.
Algunas madres me comprenderán...
¡Espero!
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