¡Mirad dónde he aterrizado!
En la isla de Ítaca, en Grecia, nada menos.
Se trata de Villa Kalos, un alojamiento rural que hace pocos años era una
ruina abandonada rodeada de almendros y olivos. Y que fue descubierta
y rehabilitada por dos fotógrafos sudafricanos,
con la ayuda de población local.
He estado pensando y he decidido quedarme por aquí...
hasta que Ulises venga a rescatarme.
No os preocupéis por mí.
Creo que estaré bien.